miércoles, 3 de agosto de 2011

...de repente.

¿Cómo me afectó la noticia? Quisiera hablarte con franqueza. Si miro en mi interior y busco bien entre mis recuerdos, sólo puedo contestar de una manera: no me afectó en absoluto. Cuesta mucho comprender el verdadero significado de las acciones y las relaciones humanas. Por ejemplo, muere alguíen y tú no sientes nada. Lo entierran y sigues sin sentir nada. Te pones de luto cuando sales y miras hacia delante con ceremoniosa tristeza, pero en casa, cuando estás a solas, bostezas, te rascas la nariz o lees un libro, y piensas en cualquier otra cosa o persona salvo en el difunto por quien estás de luto. De cara al exterior te hallas en un estado de fúnebre dolor, pero en tu interior compruebas con incredulidad que no sientes absolutamente nada, si acaso un vago sentimiento de culpa mezclado con una especie de alivio. E indiferencia, profunda indiferencia. Esto dura un tiempo, días, quizá meses. Engañas al mundo, sigues viviendo hipócrita con tu insensibilidad disimulada. Y de repente, un día, muchos años más tarde, cuando el difunto ya se ha podrido la nariz, vas andando por la calle y de pronto te mareas, tienes que apoyarte en la pared porque por fin lo entiendes. Entiendes el sentimiento que te ataba al difunto. El significado de la muerte. La dura realidad, el hecho ineludible de que, aunque caves con tus propias manos en la tierra para exhumar sus restos, nunca volverás a ver su sonrisa, y toda la sabiduría y el poder del mundo serán incapaces de lograr que él, el muerto, se te acerque de frente sonriendo. Puedes ocupar los cinco continentes a la cabeza de un ejército inmenso, que no servirá de nada. Y entonces te pones a gritar. O quizá no, sólo te quedas inmóvil en medio de la calle, pálido, sintiendo un vacío tan impresionante como si el mundo entero no tuviera ningún sentido y te hubieras quedado solo en la Tierra.

Sándor Márai

2 comentarios:

  1. Estoy leyendo "La mujer justa", y en verdad, Márai es extraordinario.
    Excelente, también, tu selección del fragmento. Es brillante, sí. Brillante.

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  2. Sí, tienes razón, Tlon, Márai es extraordinario y brillante, claro.

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