viernes, 31 de julio de 2009

Luis Alberto Spinetta

Una ruina

Llega la hora en que estoy agotada y pienso en mi padre muerto, en las hojas y las nubes. Pienso en el tiempo que veo pasar antes de que me toque, cansada y triste lo dejo irse para que todo siga en orden, para que no se alteren mis días, para que no se quiebre el pavimento de lo irrecuperable y vuelvo, reinicio la infinita mentira: escucho, leo, repito recuerdos, sueño hacia adentro, soy un transeúnte desvanecido, un fantasma de lo que fui, una ruina.

miércoles, 29 de julio de 2009

martes, 28 de julio de 2009

...

No era el silencio ni el vacío ni la muerte ni la voz del aterrador teléfono rojo, era el inabarcable bosque, las hojas, los sueños, los fantasmas. Era el laberinto, el atardecer de Querétaro en el Aleph, el bebé Rocamadour, Kuber, el té, la casa, las nubes, las mañanas, Piaf o Soda o Fito o los Smiths. Pero no el silencio ni la muerte ni el vacío ni el incomprensible teléfono rojo, te equivocaste de recuerdos.

2046

viernes, 24 de julio de 2009

Séptima lección. Alejandro Jodorowsky

Siente las yemas de tus dedos como si fueran la punta de tu lengua. Apoya las yemas en los objetos del mundo pensando que son frágiles, que la menor presión los puede quebrar. Pídeles permiso antes de tocarlos. Antes de apoyar los dedos en su superficie, siente cómo penetras en su atmósfera. Aprende a sentir y a acariciar con respeto. Cualquier acción que hagas en el mundo con tus manos o tu cuerpo puede ser una caricia

jueves, 23 de julio de 2009

miércoles, 22 de julio de 2009

VÓRTICE

DEL MAR, a la montaña,
por el aire,
en la tierra,
de una boca a otra boca,
dando vueltas,
girando,
entre muebles y sombras,
displicente,
gritando,
he perdido la vida,
no sé dónde,
ni cuándo.

Oliverio Girondo

martes, 21 de julio de 2009

Otro fragmento de soledad

Pocas horas después, estragado por la vigilia, entró al taller de Aureliano y le preguntó:"¿Qué día es hoy?" Aureliano le contestó que era martes. "Eso mismo pensaba yo, dijo José Arcadio Buendía. Pero de pronto me he dado cuenta de que sigue siendo lunes, como ayer. Mira el cielo, mira las paredes, mira las begonias, también hoy es lunes". Acostumbrado a sus manías, Aureliano no le hizo caso. Al día siguiente,miércoles,José Arcadio Buendía volvió al taller. "Esto es un desastre, dijo. Mira el aire, oye el zumbido del sol, igual que ayer y antier. También hoy es lunes".

Gabriel García Márquez

Queen. Bohemian Rhapsody

"Mama,just killed a man,
Put a gun against his head,
Pulled my trigger,now he’s dead,
Mama,life had just begun,
But now I’ve gone and thrown it all away"

Apunte callejero

En la terraza de un café hay una familia gris. Pasan unos
senos bizcos buscando una sonrisa sobre las mesas. El
ruido de los automóviles destiñe las hojas de los árboles. En
un quinto piso, alguien se crucifica al abrir de par en par
una ventana.
Pienso en dónde guardaré los quioscos, los faroles, los
transeúntes, que se me entran por las pupilas. Me siento
tan lleno que tengo miedo de estallar... Necesitaría dejar
algún lastre sobre la vereda...
Al llegar a una esquina, mi sombra se separa de mí, y de
pronto, se arroja entre las ruedas de un tranvía.

Oliverio Girondo

viernes, 17 de julio de 2009

...y a propósito Werner Herzog

Fragmento de Cien años de soledad

Estaban obstinados en que su padre los llevara a conocer la portentosa novedad de los sabios de Memphis, anunciada a la entrada de una tienda que, según decían, perteneció al rey Salomón. Tanto insistieron, que José Arcadio Buendía pagó los treinta reales y los condujo hasta el centro de la carpa, donde había un gigante de torso peludo y cabeza rapada, con un anillo de cobre en la nariz y una pesada cadena de hierro en el tobillo, custodiando un cofre de pirata. Al ser destapado por el gigante, el cofre dejó escapar un aliento glacial. Dentro sólo había un enorme bloque transparente, con infinitas agujas internas en las cuales se despedazaba en estrellas de colores la claridad del crepúsculo. Desconcertado, sabiendo que los niños esperaban una explicación inmediata, José Arcadio Buendía se atrevió a murmurar:
-Es el diamante más grande del mundo.
-No -corrigió el gitano-. Es hielo.
José Arcadio Buendía, sin entender, extendió la mano hacia el témpano, pero el gigante se la apartó. «Cinco reales más para tocarlo», dijo. José Arcadio Buendía los pagó, y entonces puso la mano sobre el hielo, y la mantuvo puesta por varios minutos, mientras el corazón se le hinchaba de temor y de júbilo al contacto del misterio. Sin saber qué decir, pagó otros diez reales para que sus hijos vivieran la prodigiosa experiencia. El pequeño José Arcadio se negó a tocarlo. Aureliano, en cambio, dio un paso hacia adelante, puso la mano y la retiró en el acto. «Está hirviendo», exclamó asustado. Pero su padre no le prestó atención. Embriagado por la evidencia del prodigio, en aquel momento se olvidó de la frustración de sus empresas delirantes y del cuerpo de Melquíades abandonado al apetito de los calamares. Pagó otros cinco reales, y con la mano puesta en el témpano, como expresando un testimonio sobre el texto sagrado, exclamó:
-Éste es el gran invento de nuestro tiempo.

Gabriel García Márquez

miércoles, 15 de julio de 2009

Imagenes del viaje

"...(todos los recuerdos) son una misma sensación, la reiteración de un gesto hermoso que comunica lo que no se puede decir, la misma materia con la que una mirada dice adiós" T.









martes, 14 de julio de 2009

Querido A quien corresponda:

El anonimato es asunto pasado, ha quedado para mejores vidas, aquí todos me saludan por mi nombre, en este lugar sería impensable la desaparición del miserable doctor Pasavento. Los cuatro cerros que circundan la ciudad, rodean también un poco mis sueños y mi forma de correr, de pensar, de moverme al vacío. Ser anónimo era un privilegio, la invisibilidad en el mundo es una suerte que pocos obtienen y que se pierde. He perdido mi anonimato y mi identidad, he perdido todo, soy la mujer más pobre, más fraccionada que existe.

Tuya por siempre
F.

viernes, 10 de julio de 2009

Carta de Franz Kafka a Milena Jesenská

"¿De dónde habrá surgido la idea de que las personas pueden comunicarse mediante cartas? Uno puede pensar en una persona distante y puede tocar a una persona cercana; todo lo demás queda más allá de las fuerzas humanas. Escribir cartas, sin embargo, significa desnudarse ante los fantasmas, que las esperan con avidez. Los besos por escrito no llegan a su destino, se los beben por el camino los fantasmas. Con este abundante alimento se multiplican en forma desmesurada. La humanidad lo percibe y lucha por evitarlo. Y para eliminar en lo posible lo fantasmal entre las personas y lograr una comunicación natural, para recuperar la paz de las almas, ha inventado el ferrocarril, el automóvil, el aeroplano. Pero ya es tarde: son evidentemente inventos hechos en el momento del desastre. El bando opuesto es tanto más calmo y poderoso; después del correo inventó el telégrafo, el teléfono, la radio. Los fantasmas no se morirán de hambre, y nosotros, en cambio, pereceremos. "

miércoles, 8 de julio de 2009

lunes, 6 de julio de 2009

Piedra de sol, Octavio Paz (Frgamentos)

"...
no hay nada en mí sino una larga herida,
una oquedad que ya nadie recorre,
presente sin ventanas, pensamiento
que vuelve, se repite, se refleja
y se pierde en su misma transparencia

(...)

no hay nadie, no eres nadie,
un montón de ceniza y una escoba,
un cuchillo mellado y un plumero,
un pellejo colgado de unos huesos,
un racimo ya seco, un hoyo negro
y en el fondo del hoyo los dos ojos
de una niña ahogada hace mil años".