jueves, 4 de junio de 2009

Un insecto llamado Gregorio Samsa

La tarde parecía normal, los latidos del sol penetraban en la alcoba, se posaban en las cosas y las tornaban doradas, luminosas. El infortunio hizo que un insecto indescriptible entrara en la habitación, era Gregorio Samsa. Le temí al reflejo, a las tantas metamorfosis sujetas al hombre y lo maté, aplasté su cuerpo con horror y algo semejante a la infelicidad, al vacío.

1 comentario:

  1. Me alegra que te hayas animado a crear tu blog. No lo dejes.

    Un abrazo.

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