Llega la hora en que estoy agotada y pienso en mi padre muerto, en las hojas y las nubes. Pienso en el tiempo que veo pasar antes de que me toque, cansada y triste lo dejo irse para que todo siga en orden, para que no se alteren mis días, para que no se quiebre el pavimento de lo irrecuperable y vuelvo, reinicio la infinita mentira: escucho, leo, repito recuerdos, sueño hacia adentro, soy un transeúnte desvanecido, un fantasma de lo que fui, una ruina.
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